Con una solemne misa en el marco extraordinario de la Catedral Mezquita de Córdoba, ha tenido lugar la Beatificación de 127 mártires víctimas de la persecución religiosa en habida en España en los años aciagos de la II República, entre 1931 y 1939. La Beatificación se hace con la autoridad del Papa, que envió como delegado suyo al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. Junto a él y al Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández y el Arzobispo de Sevilla, Msr. Sáiz Meneses, y una docena más de obispos españoles. Entre ellos, el anterior Obispo de Córdoba, emérito también de Sevilla, Don Juan José Asenjo, que fue quien inició el proceso de beatificaciones. Y el Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza. Entre los más reconocibles, Msr. Martínez Camino, que tiene una preocupación pastoral por el seguimiento de estos mártires, que suman ya 2.046 en toda España y pronto aumentarán.
En la imagen, en el Altar Mayor, pueden verse también el tapiz de los nuevos beatos y la urna con los restos de algunos de ellos.