Junto al Río Aragón, caudaloso y crecido, se sitúa la histórica ciudad de
Sangüesa, llena de palacios e iglesias.
Joya principal es la Iglesia de Santa María la Real, con una de las mejores portadas románicas del Camino de Santiago.
Fue terminada en gótico, arte al que responden sus bóvedas y su torre octogonal.
El ábside también es muy significativo.
Desde allí mismo se puede contemplar el monte donde se yergue el Monumento al Sagrado Corazón de Jesús.
A la misa de 10 de la mañana asisten casi 100 personas. Se conserva parcialmente la antigua costumbre de ponerse los hombres atrás del todo. En la consagración se ponen de rodillas casi todos. La homilía, sobre la mujer adúltera, sencilla y sin florituras. Pecado, perdón, misericordia. Sosos en el canto.
En la ciudad hay otras dos iglesias con culto, San Francisco y Santiago. Entre todas, 6 misas de domingo y 2 de sábado tarde. No está mal para una población de 5.000 habitantes. Además, Javier y Leyre están cerca, que también atraen gente. Es posible que muchos cumplieran el precepto dominical el día anterior, en la segunda Javierada.
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