Misa de 11 en la madrileña iglesia de San José, en la esquina de la calle Alcalá con la Gran Vía de José Antonio. Un privilegio asistir al Santo Sacrificio en este espléndido templo barroco, cabecera que fue del gran Convento Carmelita de San Hermenegildo, devastado por las hordas napoleónicas, que expoliaron sus ricos tesoros artísticos. El convento ocupaba desde este lugar hasta el Paseo de Recoletos, en Cibeles, terrenos que ahora son de varias corporaciones y del Cuartel General del Ejército. Por ese motivo está presidido por la Virgen del Carmen. Desde este lugar, la inédita imagen del Ángel Custodio de España. Casi 100 personas. No está mal para este barrio tan despoblado de vecinos, que han dejado el sitio a corporaciones privadas y públicas, bancos y administración sobre todo.
Del otro lado, también San José se ve florecido en su altar, donde se custodia el Santísimo Sacramento.
El sacerdote es hispanoamericano y joven, de buen decir, que hace una piadosa homilía sobre el Patriarca, padre putativo del Niño Jesús y Protector de toda la Iglesia. La Castidad, el trabajo, la familia, la buena muerte.
Echo de menos un compromiso mayor, una mordiente más profética. En estos días que se ha llevado a la Asamblea de Madrid un proyecto de ley para promover los "vientres de alquiler", la reproducción artificial, desechado por el voto tránsfuga, pero leal a la conciencia, de tres diputados. Era la ocasión de denunciar la ideología de género, los ataques a la familia, el abominable crimen del aborto, la peste del divorcio y tantas lacras que nos afligen en contraste con la límpida figura de San José.
Al menos podemos confesar. Hay sacerdote dispuesto a ello en confesionario con rejillas, como es debido.
Nos queda el Ángel Custodio de España, poderoso y fiel, que nos ayudará contra tantos enemigos internos y externos de nuestra Patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario