Magnífico monumento que contiene en sí mismo todos los elementos que completan su significado:
- En alto, bien visible, en el exterior, porque no es sólo una devoción sensiblera para nuestro corazoncito. Sobre una esfera que representa a la Tierra.
- Con el Sagrado Corazón externamente visible, signo de su amor, de su misericordia y de sus promesas. Con los brazos abiertos para acoger a cuantos quieran reconocerlo por Señor y Rey.
- Con la petición expresa del Reino que nos enseñó en el Padre Nuestro: "Adveniat Regnum Tuum".
- Con la Virgen María, asociada indeleblemente a la Redención, representada con su Inmaculado Corazón y de blanco, como se manifestó en Fátima.
- Con un Altar, porque Cristo Rey nos ha conquistado en la Cruz y se nos da en la Eucaristía.
- Con el Vía Crucis, pues para llegar a Él hemos de transitar por la Vía Dolorosa.
Su culto está vivo y las flores frescas.
Domina una gran ciudad, que fuera Corte Real de Navarra, llena de iglesias y palacios. Ahora Él es el Rey.
Santa María la Real de Sángüesa y su espléndida fachada románica
Su ábside románico y su torre gótica octogonal.
San Francisco, fundada por el mismo Santo de Asís en su peregrinación a Santiago de Compostela.
Y Santiago el Mayor, Parroquia titular en la actualidad.
El Salvador.
El Carmen.
Sin contar el río, palacios y murallas, plazas grandes y otras recoletas. Si añadimos su gastronomía y su oferta hostelera, asequible y esmerada, como su proximidad a Javier y Leyre, esta ciudad de 5.000 habitantes es de obligada visita.
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