La Adoración Perpetua de las 40 Horas ha celebrado con toda solemnidad la Octava de Pascua en el Convento del Corpus Christi de Monjas Jerónimas, conocidas como "Carboneras", en el corazón del Madrid de los Austrias. Exposición del Santísimo, Santo Rosario, Santa Misa, Procesión y Bendición con el Santísimo Sacramento, han constituido el compendio del día solemne del sábado.
El templo, de un sobrio renacentismo con detalles barocos, cuenta con un Altar Mayor donde destaca el gran retablo de Antón de Morales, con el cuadro central de la Última Cena, de Vicente Carducho, con la particularidad de que la mesa no está en horizontal, como suele hacerse, sino en vertical.
El Calvario del piso superior se le atribuye a Pompeo Leoni, por su semejanza con el del Escorial.
El templo estaba repleto de fieles, que siguieron con gran devoción las ceremonias. Al fondo, en el coro, las Monjas Jerónimas, siete actualmente, que llevan una vida de absoluta clausura. Fabrican unos dulces muy estimados que pueden adquirirse los días de diario en el mismo convento.
El templo alberga otros altares, cuadros y esculturas de gran valía.
Celebró el Padre Pedro Muñoz, que en su homilía rogó por España y la necesidad de que mantenga su Fé Católica. Usó una casulla que perteneció al Papa León XIII, que la regaló a la Diócesis madrileña con motivo de su constitución. Pertenece actualmente a la Cofradía de las 40 Horas.
También la capa pluvial, parte de un terno que perteneció al Palacio Real y que fue donado a la misma Cofradía en el siglo XIX.
Como el conjunto de Cáliz, Vinajeras y Crucifijo de Plata, de la misma procedencia, también propiedad de las 40 Horas.
La sobria portada del convento está adornada por un portal barroco en cuyo cuadro alto figuran San Jerónimo y Santa Paula.
Es llamado de las Carboneras porque custodia una imagen de la Virgen encontrada en una carbonera por unos chiquillos.
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