Misa en San Jerónimo el Real. Iglesia gótica del tiempo de los Reyes Católicos. Impresionante cuadro en el Altar Mayor con el Santo penitente y erudito bíblico, autor de La Vulgata, la edición típica oficial en latín de las Sagradas Escrituras.
Es un día de diario y celebra el Párroco, Don Julián Melero. Se conmemora el Día de la Victoria y se celebra el Santo Sacrificio en acción de Gracias por el fin de la persecución religiosa y en sufragio de las almas de los Caídos por Dios y por España.
El cura habla de aquellos días tan próximos en la memoria de muchos y confiesa que él mismo nació en 1936 y su padre fue carabinero y combatiente en la sierra madrileña. Que ciertamente hubo una generación que luchó por una España mejor, con unos ideales de justicia social, de moral religiosa que marcaron aquellos tiempos. Que ahora parece que todo eso se quiere destruir y construir una nueva sociedad al margen de nuestras tradiciones y principios. Pero que nosotros tenemos que defenderlos como dimanantes de un Evangelio que nos predicó Aquel que murió y resucitó, venciendo al pecado y a la muerte.
En las preces se pidió por las almas del Caudillo y de los Caídos, así como por la Unidad de España.
Aunque es un día laborable y la misa está fuera de las habituales de la Parroquia, hay bastante público, que se nota fervoroso y tradicional. También jóvenes. Muchos reciben la Comunión de rodillas, a pesar de la incomodidad. Hay un gran reclinatorio en el altar lateral, ante el Sagrario, pero no se utiliza, lo que es una pena.
El órgano solemnizó la ceremonia con cantos tradicionales. Tras la Consagración interpretó el Himno Nacional. Entre los asistentes, la hija de Franco.
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