Coincidiendo con la Festividad de la Medalla Milagrosa, ha tenido lugar una solemne misa de Acción de Gracias por la Beatificación de los 60 mártires vicencianos en la Basílica de la Milagrosa de Madrid. Paúles, Hijas de la Caridad, Caballeros de la Medalla Milagrosa, que fueron victimados en el año 1936, en el marco de la cruel persecución religiosa que hicieron los republicanos anarquistas, comunistas y socialistas, alentados por la Masonería.
A la entrada al templo, una composición fotográfica los recuerda a todos ellos, que fueron beatificados en el Palacio Vistalegre el día 11 de este mes, con el Cardenal Amato como representante del Papa.
La gran Basílica neogótica con detalles neomudéjares, también luce un gran cartel en el esquinazo que recuerda este evento.
Este lunes 27, siendo de diario, la afluencia de fieles fue masiva. Una misa cada hora y riadas de gente salían de una mientras otros entraban para la siguiente. Este momento es exactamente a las 11,45 h. Por las tardes seguirían al mismo ritmo, teniendo la de las 7 de la tarde como la Misa Mayor de la solemnidad.
El templo por dentro se encontraba igualmente abarrotado, luciendo en todo su esplendor. Otro recordatorio para quienes hablan de iglesias vacías.
Enseguida nos encontramos con placas que recuerdan que esta Basílica, de construcción relativamente reciente, pues es de comienzos del siglo XX, ha visto pasar entre sus muros a numerosas personalidades del mundo católico, muchos de ellos santos, fundadores, mártires y beatos. Fueron ordenados Obispos. Dos de ellos, Basulto y Esténaga, fueron mártires en la guerra.
El fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer, concibió aquí su idea de fundación.
La relación de Santos y Beatos, Fundadores, Obispos y Confesores, es impresionante.
Un mosaico moderno reproduce la aparición de la Santísima Virgen a Santa Catalina Labouré, encomendándole fabricar la Medalla Milagrosa, que es una Medalla de la Inmaculada Concepción, llamada después Milagrosa por la enorme cantidad de milagros que se han producido a través de este sacramental.
Una nueva joya viene a enriquecer los tesoros espirituales de esta Basílica, la urna de los Mártires, de los pocos que pudieron ser localizados, ya que la mayoría están en fosas comunes o se ignora su paradero, habiendo sido imposible rescatarlos.
Como es natural, el mayor tesoro es la Eucaristía, custodiada y adorada en el Sagrario, al que se orienta todo el templo y cuanto contiene.
Poco antes de comenzar la Santa Misa, así se veía el templo desde el Altar Mayor, en cuyo inmenso presbiterio también hay colocados bancos alrededor para acoger más fieles. Todo se llenó. Del coro cuelga otro inmenso cuadro con las fotos de todos los 60 mártires recién beatificados. Ya son 1.875 en toda España, del 1934 al 1939.
El Sacerdote inciensa el Altar, el Crucifijo y la imagen de la Virgen.
Hoy el color litúrgico es el azul, un privilegio mariano reservado para las grandes fiestas de la Madre de Dios. Recuerda el ejemplo de 3 de los mártires, dos paúles y un seglar, humilde trabajador que cometió el "delito" de ir a misa diariamente. Dejó 4 huérfanos, cuya madre les enseñó a rezar por su padre y por la conversión de los asesinos. Se llamaba Miguel Aguado Camarillo. Está enterrado en Paracuellos y sus hijas Carmen y Gloria eran asiduas del Camposanto. Carmen murió hace dos años, un 11 de noviembre, el mismo día en el que se hicieron las beatificaciones dos años después.
Varios nietos de mártires hicieron las ofrendas del Ofertorio.
En la Consagración, elevación del Cáliz, que es incensado por el acólito.
Gloria Aguado, la tercera por la derecha, con gafas de color, asiste a la celebración en primera fila.
Breve extracto del canto "Cerca de Ti, Señor, quiero morar; tu grande y tierno amor, quiero gozar".
Oh, María, sin pecado concebida, Rogad por Nosotros, que recurrimos a Vos.
1 comentario:
En Almería en visa vespertina en la Basílica de la Virgen del Mar(patrona de Almería), la Iglesia llena, familias enteras había.
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