domingo, 12 de noviembre de 2017

Acción de Gracias en la Catedral de la Almudena por los 60 nuevos Beatos Mártires

 La Catedral de Santa María la Real de la Almudena ha acogido la magna ceremonia de Acción de Gracias por la Beatificación el día anterior de 60 nuevos mártires de la persecución religiosa de los años 30 en España. Se trata de miembros de la Familia Vicenciana, Paúles, Hijas de la Caridad y miembros de las Conferencias de San Vicente. Ceremonias semejantes se han realizado en varias catedrales españolas de donde eran oriundos los mártires o donde fueron asesinados.
Fue retransmitida para la 2TV y la 13 TV


 La procesión de entrada ya estaba preparada con la Cruz procesional al frente y los clérigos revestidos.
 Entonces llegó el Cardenal Don Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid.
 Y salió la procesión con 4 obispos, el Auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, el Secretario del Dicasterio para la Vida Consagrada, Monseñor Rodríguez Carballo; y dos obispos gallegos, el de Orense, Monseñor Leonardo Lemos, y el de Mondoñedo-Ferrol, Monseñor Luis Ángel de las Heras.
 El Altar Mayor, con las pinturas de Kiko Argüello, mostraba el gran cuadro de los mártires recién beatificados. Coro y órgano solemnizaron la función religiosa.
Predicó el Cardenal Osoro:
Ellos nos dan a conocer con su vida el mensaje de Jesucristo. Su vida es un libro escrito con su propia sangre. Ellos han fundido en su existencia el «amor a Dios y al prójimo». Nos dan una lección sobre lo que es evangelizar pues, dando su vida por amor a Cristo y perdonando a quienes se la quitaban, nos recuerdan dónde está la clave de la auténtica evangelización.
 Sin Jesucristo, que es Amor, no podemos transformar y cambiar este mundo, pues solo el Amor que viene de Dios es fuerza transformadora de todo lo que existe, de nuestra vida y de nuestras relaciones. Sin el Amor que viene de Dios, no hay presente ni futuro.
San Vicente de Paúl  les inspiró una manera singular de vivir en la Iglesia, desde esa unidad, armonía y belleza que da sumar «caridad y misión».
 Sed esos discípulos seguidores de san Vicente y de santa Luisa de Marillac que hoy siguen acogiendo a los pobres, que hoy tienen un nombre: «forastero y refugiado».
 Nos llamó la atención la presencia de mochilas, algunas bastantes grandes, entre los visitantes, sin que nadie las revise ni prohíba. Esto es peligrosísimo en los tiempos que corren. Sobre todo en eventos multitudinarios y tan significativos como estos. Un terrorista podría causar una catástrofe incalculable.
 Terminada la Santa Misa, Obispos y sacerdotes vuelven a la Sacristía.
 Su Eminencia el Cardenal Osoro, saludando al paso, se detuvo para acariciar a un niño al pie de la placa que recuerda la Dedicación de esta Iglesia por el Papa Juan Pablo II.

 Ya en la calle, los grupos habituales que se forman entre amigos y conocidos. No faltó la bandera de España con el Sagrado Corazón de Jesús.
 Había un grupo importante del Puche, una barriada conflictiva de Almería.
Que no será conflictiva por estos buenos fieles, que tienen una Parroquia de precioso nombre: Santa María, Madre de Dios, cuyo templo fue inaugurado recientemente.
También hacemos constar que se repartieron cientos de estampas con la imagen de Cristo Rey, hechos por Adveniat Hispania.

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