Una vidriera espectacular preside y centra todos los actos de culta de esta Parroquia nueva de San Lucas, creada para albergar a la feligresía de un pequeño pueblo que ha crecido en pocos años de menos de 2.000 habitantes a 20.000.
Es la misa de 12. Muchos niños y jóvenes, familias enteras. Tienen 543 niños de Primera Comunión y 200 jóvenes de Confirmación. Clase media alta, matrimonios jóvenes que se han instalado en esta nueva aglomeración urbana a 26 kms. de la capital, Madrid. Unos 300 asistentes a esta misa, aunque hay más misas en el pueblo a lo largo del domingo.
Sacerdote joven y animoso. Se mueve mucho por delante del altar. Anima a llevar a Dios a todas partes, también en verano, a donde nos desplacemos.
Para la Comunión se ayuda de otro Sacerdote y de un ministro extraordinario.
A la salida, la gente inunda las puertas del templo, todavía inacabado en algunos detalles importantes como el frontal, que a buen seguro ha de ser tan espectacular como su vidriera del Altar Mayor.
En el casco antiguo, el pueblo que fue destruido en guerra, durante la célebre Batalla de Brunete, reconstruido de nueva planta por Regiones Devastadas, con el encanto peculiar de aquellos pueblos de posguerra.
Magnífica Casa Consitorial, soportalada y formando una bella Plaza Mayor.
La Iglesia antigua, también de posguerra, también es bella, con su complejo parroquial.
Su interior, donde se sigue celebrando Misa regularmente (hubo dos en la mañana del domingo), recogido y sencillo, con arcos de ojiva cerrando la nave única.
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