lunes, 10 de febrero de 2020

Cenáculo de la Unión Seglar y un detalle precioso.

Nuevo Cenáculo de la Unión Seglar "Nuestra Señora de la Almudena" de Madrid. En el Convento de La Aldehuela, donde reposan los restos mortales de la fundadora y renovadora del Carmelo, Santa Maravillas de Jesús.


 Primero el Santo Rosario, andando por el patio, encabezados por un cuadro de la Divina Misericordia.

 El Padre Nilton habló sobre la Misa y el Santo Sacrificio que en ella se celebra, que es latréutico, propiciatorio, impetratorio y de acción de gracías. Porque adoramos con el culto por Dios mismo establecido, porque sirve para perdonar nuestros pecados, porque es muy eficaz al rogar a Dios y porque es la suma acción de gracias por todo lo creado, nuestras personas y nuestra Redención, al ofrecer al mismo Cristo como ofrenda hecha al Padre.
 El Padre Sellas explicó lo que se necesita como organización y como compromiso personal para formar una buena Unión Seglar, a través de unos compromisos diarios, semanales y mensuales, con el refuerzo de actividades anuales como los campamentos y ejercicios espirituales.
A diario, la misa si se puede, el santo rosario, el examen de conciencia y oraciones de mañana y noche.
Semanalmente, la Guardia de Honor para rezar ante el Santísimo unos por otros, la Ultreya y la Reunión de Grupo.
Mensualmente, Adoración Nocturna, Primeros Viernes, Cenáculo-Retiro, boletines de formación, vistas a enfermos, catequesis y propaganda.
Un detalle precioso
Tras la Consagración del Pan Eucarístico, el Sacerdote ya no separa sus dedos índice y pulgar de ambas manos. Han cogido el Cuerpo de Cristo, podrían tener alguna partícula que podría caer o quedar adherida a cualquier sitio. La suma adoración, el respeto a lo sagrado, el Amor a Dios, son tan grandes, que esos dedos ya no pueden separarse y actuar libremente hasta la purificación, después de la comunión. O bien para volver a coger el Cuerpo de Cristo. Esos dedos sólo pueden utilizarse para las Hostias consagradas durante ese rato. Con los otros tres dedos el sacerdote cogerá el Cáliz y el Copón, pasará las páginas del misal y hará cualquier otra cosa que fuere necesaria.
Esta piadosa práctica era observada por todos los sacerdotes antiguamente y ahora por los que celebran el rito de San Pío V. El resto de los sacerdotes, muy raramente lo practican.

No hay comentarios: