domingo, 10 de septiembre de 2017

Nacionalcatolicismo en Almería

"Cuando Dios sale por la puerta, los demonios entran por las ventanas" (Monseñor Adolfo González Montes, Obispo de Almería).
Así se expresó el Obispo de Almería, Monseñor Adolfo González Montes, el día de la Patrona, la Virgen del Mar, ante las autoridades civiles y militares y todo el pueblo reunido para alabar a la Madre de Dios. 
Con esa frase alertaba de los peligros de arrojar a Dios de la vida pública e intentar vivir al margen de sus leyes.

La Virgen del Mar apareció en la playa de Torregarcía en 1502. Es una bella talla gótica a la que hace honor un templo del mismo estilo, regido por los frailes dominicos.

 El templo se encontraba abarrotado de gente.
 Incluso en los laterales y de pie se agolpaba el pueblo fiel.
También las autoridades civiles y militares estaban presentes en primera fila, como en los mejores tiempos del catolicismo. Ayuntamiento, Diputación, Justicia y Academias.
Monseñor González Montes salió procesionalmente, bendiciendo a los fieles más próximos.
 El presbiterio, a los pies de la Virgen del Mar, ofrecía un aspecto magnífico, poblado de clero celebrante.

El propio Alcalde, Ramón Fernández-Pacheco Monterreal, se mostró como un católico activo. Leyó, se arrodilló en la Consagración, comulgó y participó en la procesión del día siguiente. Tiene 33 años, está casado y es padre de dos hijos. Nació en Barcelona por estar allí destinado su padre, médico militar, pero reside desde pronto en Almería. Su abuelo y su bisabuelo fueron alcaldes de la ciudad.
 Incensación del Crucifijo.
 Ofertorio.
Al final, el Himno a la Virgen del Mar, con música del Maestro Padilla, almeriense de pro.
 Tras la Misa, el Prelado saludó a las autoridades y se retiró acompañado de los concelebrantes.
Entre ellos estuvo el Obispo emérito de Puerto Maldonado (Perú), Fray Juan José Larrañeta, que predicó la novena.
 La imagen de la Virgen del Mar recorrió en procesión las calles céntricas de Almería, escoltada por miles de fieles.
 Donde todavía quedan restos incólumes del Régimen Católico por excelencia, el de Franco.

 Ya en la Plaza de Emilio Pérez, donde confluyen el Paseo y la Rambla, la Virgen escuchó de nuevo su Himno y enfiló hacia su templo.
 Monseñor González Montes, visiblemente cansado, dio una última alocución pidiendo a la Virgen su protección contra los males que nos afligen, recordando especialmente el terrorismo que tanto daño acaba de hacer en Barcelona.
 El joven alcalde se mantuvo en todo el recorrido.
 No fue el único. En la imagen, el de Roquetas de Mar, Gabriel Amat Ayllón, con su bastón de mando.
Y los mandos militares. Jefe de la Plaza, Marina, la Legión, Policía Nacional y Guardia Civil.

N.B.- Dar culto público a Dios con el culto por Él mismo establecido es una obligación moral imperativa. Es una de las condiciones de la Confesionalidad Católica. Las otras dos son:
1.- Proteger a la Iglesia Católica y ayudarla a cumplir su misión.
2.- Legislar en conformidad con la Ley Natural y la Ley de Dios, tal como las enseña el Magisterio Católico. 

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