Para los que se empeñan en decir que las iglesias están vacías, señal de que no van a ellas sino de paso y de turismo, sería un rotundo mentís el mostrarles un domingo cualquiera de verano cómo se llena la misa de las 10 de la mañana en el Santuario de Regla de Chipiona, regido por los franciscanos. El templo se encontraba abarrotado, y eso que hay varias misas más por la mañana, por la tarde y la víspera. Y también se veía alguna gente joven y niños, aunque no muchos.
"La Fé está en el corazón", aseguró el oficiante y predicador, que puso en el corazón el origen de nuestros anhelos más preciados, de nuestros quereres más íntimos, por lo que es necesario que nuestra Fe brote y crezca desde el corazón.
Se guarda memoria de los muchos mártires franciscanos que procedían del colegio de Regla, asesinados durante la persecución religiosa de los años 30.
Después, la playa, hermosa y reluciente, contigua al santuario, que se prolonga en las dunas al sur y en otras playas al norte, tras 1.250 metros de fina arena pegada al paseo marítimo.
La gente sale alegre y dicharachera de la misa. Además de la puerta central también las hay laterales. Luz, sol y alegría en Gracia de Dios.
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