Un remanso de paz se encuentra en el espacioso y recoleto templo del convento de San Antonio, de las Madres Clarisas, en pleno centro de Vitoria.
En él se mantiene la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento. Si no hay nadie del público, las hermanas se encargan de velar para que en ningún momento se quede solo el Señor en esta casa suya.
Pudimos adorar, pedir y rezar el Santo Rosario.
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