viernes, 27 de mayo de 2011

Nace Adveniat.




Cúpula de Santiago Padrós en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos


Adveniat
Por el Reinado social de nuestro señor Jesucristo
Por el triunfo  del corazón de Jesús
Por el amor a JESÚS EN LA EUCARISTÍA

Una misma realidad, Jesucristo, Nuestro Dios y Señor,
Que nos redime y santifica con el Sacrificio Eucarístico,
Nos ama con su Sagrado Corazón,
Nos gobierna con su Reinado.





Cúpula de la Basílica de la Gran Promesa en Valladolid.




·       Adveniat es una asociación de fieles cristianos que se somete en todo a la Autoridad y al Magisterio de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
·   Adveniat busca la santificación de sus miembros y que todas las almas se salven, para mayor Gloria de Dios.
· Adveniat tiene como vocación específica pedirle a Dios y esforzarse por implantar el Reino de Dios, tal como el Divino Maestro nos enseña en el Padre Nuestro. Se lo pide a Dios con el rezo del Padre Nuestro y con el culto por Él mismo establecido, el culto eucarístico.
·  Adveniat  se esfuerza para que el orden temporal esté iluminado por la luz del Evangelio.
· Adveniat quiere y le pide al Señor que las realidades temporales, económicas, sociales, políticas y familiares, sean conformes a la Ley Natural impresa en la Creación por el Sumo Hacedor y a la Ley de Dios: “Hágase Tu Voluntad en la tierra como en el cielo”.
·       Adveniat admite a todo fiel católico.
·       Adveniat permite que todos sus miembros puedan pertenecer a otras asociaciones católicas y a todas las civiles que no estén en contradicción con el dogma y la moral católicos. Y exhorta a todos a colaborar con todas las obras buenas y ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
·       ADVENIAT se organiza por grupos de oración y acción (G.O.A.)
Frontal de la entrada del Templo Expiatorio de España en el Tibidabo

·        Un G.O.A. lo forman desde 2 personas en adelante.
·        Cada G.O.A. debe comunicar a la dirección nacional su constitución y recibir un número de la misma.
·    Cada G.O.A. puede autodenominarse como guste, preferiblemente con una advocación.
·        Conviene que cada G.O.A. se forme en torno a una parroquia, colegio, santuario, familia, empresa o comunidad.
·    Los miembros se obligan al rezo diario de un Padre Nuestro donde repetirán en latín la frase “Venga a nosotros Tu Reino”, “Adveniat Regnum Tuum”, con el fin de recordar mejor su compromiso con el Reinado de Cristo. No intentamos con ello una nueva forma de rezar el Padre Nuestro, sino hacer hincapié en este punto al menos una vez al día.
·        También se recomienda la jaculatoria “Adveniat Regnum Tuum” ante las imágenes de Jesús o ante Jesús Sacramentado.
·        El G.O.A. debe reunirse al menos una vez al mes en oración, siquiera para rezar juntos ese Padre Nuestro. Vale también para cumplir esa obligación la asistencia común a cualquier acto religioso.
·        Los G.O.A.s de cada localidad deben organizar mensualmente un acto de adoración eucarística, valiendo la Santa Misa. En cada Diócesis conviene tener un acto solemne mensual, a ser posible con Exposición y Bendición del Santísimo, Santo Rosario y Misa cantada.
·        Además, todos los militantes de “Adveniat” procurarán la extensión de esta devoción a Cristo Rey, a su Sagrado Corazón y a la Eucaristía, así como a la instauración del Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo, mediante la propagación de estampas y folletos, la palabra y el testimonio, invitando a cuantos puedan para que formen parte de este Ejército que se pone a las órdenes de su Divino Rey.
·     Los militantes usarán y difundirán el escapulario del Corazón de Jesús conocido como “Detente”.
·      Podrán usarse como banderas la de España con el Sagrado Corazón y la blanca con la Cruz de Santiago.
     ¡ FORMA UN GRUPO DE ORACIÓN Y ACCIÓN DE “ADVENIAT” ¡

“Hoy, tenemos aquí otro emblema bendito y divino que se ofrece a nuestros ojos:
Es el Corazón Sacratísimo de Jesús….

 Su imperio se extiende no solamente a las naciones que profesan la fe católica o a los hombres que, por haber recibido en su día el bautismo, están unidos de derecho a la Iglesia, aunque se mantengan alejados por sus opiniones erróneas o por un disentimiento que les aparte de su ternura



El reino de Cristo también abraza a todos los hombres privados de la fe cristiana, de suerte que la universalidad del género humano está realmente sumisa al poder de Jesús….La grandeza de este poder y la inmensidad infinita de este reino, están confirmados plenamente por las palabras de Jesucristo a los Apóstoles: "Se me ha dado todo poder en el Cielo y en la tierra." (Mt 28:18). Si todo poder ha sido dado a Cristo, se deduce necesariamente que su imperio debe ser soberano, absoluto, independiente de la voluntad de cualquier otro ser, de suerte que ningún poder pueda equipararse al suyo. Y puesto que este imperio le ha sido dado en el cielo y sobre la tierra, se requiere que ambos le estén sometidos.”

León XIII, “Annum Sacrum” 1899




“El culto al Sagrado Corazón se considera, en la practica, como la más completa profesión de la religión cristiana…
Deseamos también vivamente que cuantos se glorían del nombre de cristianos e ,intrépidos, COMBATEN POR ESTABLECER EL REINO DE JESUCRISTO EN EL MUNDO, consideren la devoción al CORAZÓN DE JESÚS como bandera y manantial de unidad, de salvación y de paz…
Ni será fácil entender el amor con que Jesucristo se nos dio a sí mismo por alimento espiritual si no es mediante la práctica de una especial devoción al Corazón Eucarístico de Jesús; la cual -para valernos de las palabras de nuestro predecesor, de f. m., León XIII- nos recuerda aquel acto de amor sumo con que nuestro Redentor, derramando todas las riquezas de su Corazón, a fin de prolongar su estancia con nosotros hasta la consumación de los siglos, instituyó el ADORABLE SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA.. Ciertamente, no es pequeña la parte que en la Eucaristía tuvo su Corazón, por ser tan grande el amor de su Corazón con que nos la dio
 Finalmente, con el ardiente deseo de poner una firme muralla contra las impías maquinaciones de los enemigos de Dios y de la Iglesia, y también hacer que las familias y las naciones vuelvan a caminar por la senda del amor a Dios y al prójimo, no dudamos en proponer la devoción al Sagrado Corazón de Jesús como escuela eficacísima de caridad divina; caridad divina en la que se ha de fundar, como en el más sólido fundamento, aquel Reino de Dios que urge establecer en las almas de los individuos, en la sociedad familiar y en las naciones, como sabiamente advirtió nuestro mismo predecesor: El reino de Jesucristo saca su fuerza y su hermosura de la caridad divina: su fundamento y su excelencia es amar santa y ordenadamente. De donde se sigue, necesariamente: cumplir íntegramente los propios deberes, no violar los derechos ajenos, considerar los bienes naturales como inferiores a los sobrenaturales y anteponer el amor de Dios a todas las cosas”.      Pio XII, “Haurietis Acquas” 1956



“Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca mas copiosos frutos de bien en la familia cristiana y aun en toda la humanidad, procuren los fieles unir a ella estrechamente la devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios. Ha sido voluntad de Díos que en la obra de la Redención humana, la Santísima Virgen María estuviese inseparablemente unida con Jesucristo; tanto, que nuestra salvación es fruto de la caridad de Jesucristo y de sus padecimientos, a los cuales estaban íntimamente unidos el amor y los dolores de su Madre. Por eso, el pueblo cristiano que por medio de María ha recibido de Jesucristo la vida divina, después de haber dado al Sagrado Corazón de Jesús el debido culto, rinda también al amantísimo Corazón de su Madre celestial parecidos obsequios de piedad, de amor, de agradecimiento y de reparación. En armonía con este sapientísimo y suavísimo designio de la divina Providencia, Nos mismo, con un acto solemne, dedicamos y consagramos la santa Iglesia y el mundo entero al Inmaculado razón de la Santísima Virgen María…
…aumente cada vez más la devoción de los fieles al Sagrado Corazón de Jesús, y así se extienda más por todo el mundo su imperio y reino suavísimo: reino de verdad y de vida, reino de gracia, reino de justicia, de amor y de paz
Pío XII , “Haurietis Acquas”, 1956
¡ SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS, EN VOS CONFÍO ¡
¡ INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, SED LA SALVACIÓN MÍA ¡



“En la primera encíclica, que al comenzar nuestro Pontificado enviamos a todos los obispos del orbe católico, analizábamos las causas supremas de las calamidades que veíamos abrumar y afligir al género humano.
Y en ella proclamamos Nos claramente no sólo que este cúmulo de males había invadido la tierra, porque la mayoría de los hombres se habían alejado de Jesucristo y de su ley santísima, así en su vida y costumbres como en la familia y en la gobernación del Estado, sino también que nunca resplandecería una esperanza cierta de paz verdadera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de nuestro Salvador.

“NO HAY MEDIO MÁS EFICAZ PARA RESTABLECER Y VIGORIZAR LA PAZ QUE PROCURAR LA RESTAURACIÓN DEL REINADO DE JESUCRISTO”

los hombres y las naciones, alejados de Dios, corren a la ruina y a la muerte por entre incendios de odios y luchas fratricidas…

…también en sentido propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey; pues sólo en cuanto hombre se dice de El que recibió del Padre la potestad, el honor y el reino…
….menester es que reine Cristo hasta que, al fin de los siglos, ponga bajo los pies del trono de Dios a todos sus enemigos. De esta doctrina común a los Sagrados Libros, se siguió necesariamente que la Iglesia, reino de Cristo sobre la tierra, destinada a extenderse a todos los hombres y a todas las naciones, celebrase y glorificase con multiplicadas muestras de veneración, durante el ciclo anual de la liturgia, a su Autor y Fundador como a Soberano Señor y Rey de los reyes.  



Cristo no sólo debe ser adorado en cuanto Dios por los ángeles y por los hombres, sino que, además, los unos y los otros están sujetos a su imperio y le deben obedecer también en cuanto hombre; de manera que por el solo hecho de la unión hipostática, Cristo tiene potestad sobre todas las criaturas…
ES DOGMA, ADEMÁS, DE FE CATÓLICA, QUE JESUCRISTO FUE DADO A LOS HOMBRES COMO REDENTOR, EN QUIEN DEBEN CONFIAR, Y COMO LEGISLADOR A QUIEN DEBEN OBEDECER…..
se comprende también su derecho de premiar y castigar a los hombres, aun durante su vida mortal, porque esto no puede separarse de una forma de juicio. Además, debe atribuirse a Jesucristo la potestad llamada ejecutiva, puesto que es necesario que todos obedezcan a su mandato, potestad que a los rebeldes inflige castigos, a los que nadie puede sustraerse.
Este reino únicamente se opone al reino de Satanás y a la potestad de las tinieblas; y exige de sus súbditos no sólo que, despegadas sus almas de las cosas y riquezas terrenas, guarden ordenadas costumbres y tengan hambre y sed de justicia, sino también que se nieguen a sí mismos y tomen su cruz…. Erraría gravemente el que negase a Cristo-Hombre el poder sobre todas las cosas humanas y temporales, puesto que el Padre le confirió un derecho absolutísimo sobre las cosas creadas, de tal suerte que todas están sometidas a su arbitrio. Sin embargo de ello, mientras vivió sobre la tierra se abstuvo enteramente de ejercitar este poder….
El es sólo quien da la prosperidad y la felicidad verdadera, así a los individuos como a las naciones: porque la felicidad de la nación no procede de distinta fuente que la felicidad de los ciudadanos, pues la nación no es otra cosa que el conjunto concorde de ciudadanos. No se nieguen, pues, los gobernantes de las naciones a dar por sí mismos y por el pueblo públicas muestras de veneración y de obediencia al imperio de Cristo si quieren conservar incólume su autoridad y hacer la felicidad y la fortuna de su patria.


«Desterrados Dios y Jesucristo —lamentábamos— de las leyes y de la gobernación de los pueblos, y derivada la autoridad, no de Dios, sino de los hombres, ha sucedido que... hasta los mismos fundamentos de autoridad han quedado arrancados, una vez suprimida la causa principal de que unos tengan el derecho de mandar y otros la obligación de obedecer. De lo cual no ha podido menos de seguirse una violenta conmoción de toda la humana sociedad privada de todo apoyo y fundamento sólido».
 En cambio, si los hombres, pública y privadamente, reconocen la regia potestad de Cristo, necesariamente vendrán a toda la sociedad civil increíbles beneficios, como justa libertad, tranquilidad y disciplina, paz y concordia. La regia dignidad de Nuestro Señor, así como hace sacra en cierto modo la autoridad humana de los jefes y gobernantes del Estado, así también ennoblece los deberes y la obediencia de los súbditos…
 Y si los príncipes y los gobernantes legítimamente elegidos se persuaden de que ellos mandan, más que por derecho propio por mandato y en representación del Rey divino, a nadie se le ocultará cuán santa y sabiamente habrán de usar de su autoridad y cuán gran cuenta deberán tener, al dar las leyes y exigir su cumplimiento, con el bien común y con la dignidad humana de sus inferiores. De aquí se seguirá, sin duda, el florecimiento estable de la tranquilidad y del orden, suprimida toda causa de sedición; pues aunque el ciudadano vea en el gobernante o en las demás autoridades públicas a hombres de naturaleza igual a la suya y aun indignos y vituperables por cualquier cosa, no por eso rehusará obedecerles cuando religión natural, con ciertos sentimientos puramente humanos. No faltaron Estados que creyeron poder pasarse sin Dios, y pusieron su religión en la impiedad y en el desprecio de Dios”.

“Si los fieles todos comprenden que deben militar con infatigable esfuerzo bajo la bandera de Cristo Rey, entonces, inflamándose en el fuego del apostolado, se dedicarán a llevar a Dios de nuevo los rebeldes e ignorantes, y trabajarán animosos por mantener incólumes los derechos del Señor. En ellos contemple la imagen y la autoridad de Jesucristo, Dios y hombre verdadero.
¡Oh, qué felicidad podríamos gozar si los individuos, las familias y las sociedades se dejaran gobernar por Cristo!
Y si ahora mandamos que Cristo Rey sea honrado por todos los católicos del mundo, con ello proveeremos también a las necesidades de los tiempos presentes, y pondremos un remedio eficacísimo a la peste que hoy inficiona a la humana sociedad. Juzgamos peste de nuestros tiempos al llamado laicismo con sus errores y abominables intentos; y vosotros sabéis, venerables hermanos, que tal impiedad no maduró en un solo día, sino que se incubaba desde mucho antes en las entrañas de la sociedad. Se comenzó por negar el imperio de Cristo sobre todas las gentes; se negó a la Iglesia el derecho, fundado en el derecho del mismo Cristo, de enseñar al género humano, esto es, de dar leyes y de dirigir los pueblos para conducirlos a la eterna felicidad. Después, poco a poco, la religión cristiana fue igualada con las demás religiones falsas y rebajada indecorosamente al nivel de éstas. Se la sometió luego al poder civil y a la arbitraria permisión de los gobernantes y magistrados. Y se avanzó más: hubo algunos de éstos que imaginaron sustituir la religión de Cristo con cierta religión natural, con ciertos sentimientos puramente humanos. No faltaron Estados que creyeron poder pasarse sin Dios, y pusieron su religión en la impiedad y en el desprecio de Dios….
…Cuanto más se oprime con indigno silencio el nombre suavísimo de nuestro Redentor, en las reuniones internacionales y en los Parlamentos, tanto más alto hay que gritarlo y con mayor publicidad hay que afirmar los derechos de su real dignidad y potestad”.



“…el imperio y soberanía de Cristo fue reconocido con la piadosa práctica de dedicar y consagrar casi innumerables familias al Sacratísimo Corazón de Jesús. Y no solamente se consagraron las familias, sino también ciudades y naciones. Más aún: por iniciativa y deseo de León XIII fue consagrado al Divino Corazón todo el género humano durante el Año Santo de 1900.
No se debe pasar en silencio que, para confirmar solemnemente esta soberanía de Cristo sobre la sociedad humana, sirvieron de maravillosa manera los frecuentísimos Congresos eucarísticos que suelen celebrarse en nuestros tiempos, y cuyo fin es convocar a los fieles de cada una de las diócesis, regiones, naciones y aun del mundo todo, para venerar y adorar a Cristo Rey, escondido bajo los velos eucarísticos; y por medio de discursos en las asambleas y en los templos, de la adoración, en común, del augusto Sacramento públicamente expuesto y de solemnísimas procesiones, proclamar a Cristo como Rey que nos ha sido dado por el cielo. Bien y con razón podría decirse que el pueblo cristiano, movido como por una inspiración divina, sacando del silencio y como escondrijo de los templos a aquel mismo Jesús a quien los impíos, cuando vino al mundo, no quisieron recibir, y llevándole como a un triunfador por las vías públicas, quiere restablecerlo en todos sus reales derechos.
la Iglesia, como sociedad perfecta instituida por Cristo, exige —por derecho propio e imposible de renuncíar— plena libertad e independencia del poder civil; y que en el cumplimiento del oficio encomendado a ella por Dios, de enseñar, regir y conducir a la eterna felicidad a cuantos pertenecen al Reino de Cristo, no pueden depender del arbitrio de nadie.
. La celebración de esta fiesta, que se renovará cada año, enseñará también a las naciones que el deber de adorar públicamente y obedecer a Jesucristo no sólo obliga a los particulares, sino también a los magistrados y gobernantes.
A éstos les traerá a la memoria el pensamiento del juicio final, cuando Cristo, no tanto por haber sido arrojado de la gobernación del Estado cuanto también aun por sólo haber sido ignorado o menospreciado, vengará terriblemente todas estas injurias; pues su regia dignidad exige que la sociedad entera se ajuste a los mandamientos divinos y a los principios cristianos, ora al establecer las leyes, ora al administrar justicia, ora finalmente al formar las almas de los jóvenes en la sana doctrina y en la rectitud de costumbres”
Pìo XI, Quas Primas, 1925






Santa Margarita María de Alacoque, San Claudio de la Colombiére y el Beato Padre Hoyos, que recibieron las primeras revelaciones del Corazón de Jesús.

Mártires de Paracuellos, mártires de la persecución religiosa en España, de 1931 a 1939.










Padre Pro, inventor del grito ºViva Cristo Rey”, fusilado por el Gobierno masónico de Méjico.
Encomendémonos a nuestros Santos y Mártires. Continuemos su lucha, sigamos su ejemplo.


El Padre Nuestro, resumen perfecto de la teología del Reinado de Cristo

· El Divino Maestro nos enseñó una oración perfecta. En ella se contiene resumidamente todo lo que nos es necesario para nuestra salvación.
· PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN EL CIELO. Nos dirigimos al Ser Supremo, al Creador, a nuestro Dios.
· SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. Que Dios sea reconocido, amado y adorado por todos.
· VENGA A NOSOTROS TU REINO. ADVENIAT REGNUM TUUM. No que nos muramos para ir al Cielo, no; sino que ese Reino venga a nosotros y que sea como a continuación se explica:
· HÁGASE TU VOLUNTAD  EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. En eso consiste el Reino de Cristo, en que se haga su Voluntad, en que se cumplan sus Mandamientos.
· DANOS HOY EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA. Que tengamos lo cotidiano para subsistir dignamente, sin miseria, en el momento presente, pues “a cada día le basta su propio afán”.
· PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN. Porque el Perdón es el aire que respira una sociedad sana. Perdón de nuestros pecados y perdón entre nosotros, como base de la convivencia humana.
· NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN. Porque las tentaciones existen, pero podemos superarlas y no caer en ellas, con la ayuda de Dios.
·  Y LÍBRANOS DEL MAL. De todo mal, especialmente del pecado, de las asechanzas del Maligno.
·  PORQUE TUYO ES EL REINO, Y EL PODER, Y LA GLORIA. Doxología final que resume que a Dios es el Rey, nuestro Señor absoluto.

No hay mejor programa político, ni social, ni religioso. Debemos vivir el Padre Nuestro y pedirle al Señor todo lo que en él se contiene y que se resumen aún más con la frase ADVENIAT REGNUM TUUM: VENGA A NOSOTROS TU REINO.



El Corazón de Jesús apoyando su pie en el mapa de España. Imagen de Rafael García Irurozqui en la Colegiata de San Isidro en Madrid.
“Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes”
El Corazón de Jesús al Beato Padre Bernardo de Hoyos
¡ VIVA CRISTO REY ¡
ADVENIAT Tfno. 647-283-776 – San Fidel 103-1ºC (28017 Madrid) adveniat2011@gmail.com

1 comentario:

Adveniat dijo...

Que el Espíritu Santo nos guíe.