domingo, 28 de julio de 2013

Misa en latín en Santo Tomás de Granda (Gijón)

Misa de 10,30 h. de la mañana. En una parroquia rural cercana a Gijón, construida en 1947. Celebra un sacerdote de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús.
Domingo 9º después de Pentecostés. Evangelio de Lucas XIX, 41-47. Son las lágrimas de Jesús sobre Jerusalén, que se verá cercada por sus enemigos y derribada, no dejando piedra sobre piedra, por no haber reconocido al Mesías.
Pero Jerusalén es también imagen de Roma, de la Iglesia actual, que también es asediada por sus enemigos y corre riesgo de perecer si no reconoce y adora a su Señor, según explica el celebrante. Porque los castigos que afligieron al pueblo de Israel por sus pecados "les acaecían como en figura y fueron escritas como amonestación para nosotros, a quienes ha cabido vivir en la última fase de los siglos", según decía la Epístola del día I Cor. X, 6-13.
Cerca de 30 fieles, armonio y cantos tradicionales en castellano. Latín de carrerilla en algunos, que parecían tener prisa. No así el señor cura, que sí que la tenía.

martes, 16 de julio de 2013

Misa en Santa María de la Asunción, de Laredo

Puede pincharse sobre las fotos para ampliarlas y verlas de corrido
 Misa de 12. Domingo 14 de Julio. Santa María de la Asunción, de Laredo. Gótica, de 5 naves, inmensa y sobrecogedora.Más de 200 fieles, casi todos de mediana y avanzada edad. Escasos niños y jóvenes. Muchos veraneantes, entre ellos no pocos vascos. Una buena coral que realza mucho la celebración. Sublime el canto de comunión "Si no tengo amor..." Y la Salve marinera final. Los fieles, tímidos en el canto.
 La Iglesia tiene una gran historia y muchos tesoros artísticos en altares, esculturas y pinturas, así como en su arquitectura. Unos paneles informan con acierto.
 Un precioso detalle. El atril de la Epístola en su sitio, menor y más bajo que el del Evangelio. Y se usa para su fin.
 Y el atril del Evangelio, también en su sitio, con el águila de San Juan de mayor tamaño. Y con un pedestal de dos escalones, para que al sacerdote se le vea bien. Es el Evangelio del buen samaritano. El cura, que suple al párroco comenta que esta parábola se cumple en la Iglesia. Hay millones de parados y necesitados, usados por partidos y sindicatos para sus reivindicaciones, protestas y propagandas. Pero quien les da de comer y les auxilia es la Iglesia, con la ayuda de todos sus fieles, que contribuyen sin mirar a quien van a parar sus ayudas, sin discriminaciones. La Iglesia es la madre de todos y por todos se preocupa. Bien dicho.
A la salida, las charangas hacen su aparición, animando el ambiente con su música festiva y alegre. Es Domingo.

martes, 9 de julio de 2013

La Misa del domingo - 7 de Julio - Camposanto de los Mártires de Paracuellos del Jarama

En la Catedral de los Mártires. Celebra el Capellán de la Hermandad de los Mártires de Paracuellos del Jarama, Don Pedro Ruano de la Haza.
Jesús envía a los 72.
1.- Porque "la mies es mucha y los operarios pocos".
2.- Para recordar a las 72 familias que se forman después del Diluvio Universal.
3.- Para representar a los seglares y su apostolado, completamente necesario para la extensión del Reino de Dios, pues no basta con la labor de los religiosos y de la jerarquía eclesiástica, que tienen su papel específico, pero el testimonio de los seglares, la formación de las familias, el ejemplo y el compromiso son insustituibles. El ejemplo máximo nos lo dan los mártires, como los que nos rodean en este Camposanto, que dieron el máximo testimonio, el de dar su vida.
La trompeta interpreta el "Himno Nacional" tras la Consagración y a la salida "La muerte no es el final".

domingo, 30 de junio de 2013

Las siestas del Espíritu Santo

 Hay católicos que sostienen que el Espíritu Santo se echa la siesta. Unos sostienen que se la echó 1.650 años. Otros sostienen que se la lleva echando 50 años. Los primeros piensan que se la echó en el año 313 y no se despertó hasta 1963. Otros, por el contrario, piensan que se la echó en 1963 y que todavía sigue durmiendo en el 2013.
Los primeros, progres ellos, consideran que con la conversión de Constantino y el Edicto de Milán del año 313, que daba libertad al Cristianismo, la perseguida Iglesia de las catacumbas se echó en los brazos del estado constantiniano y surgió la iglesia constantiniana, apegada al poder, a los dogmas, al oropel y las formas, a la imposición y al autoritarismo. Terrible periodo negro y oscurantista, de negación del genuino cristianismo evangélico. Hasta que por fin se despertó el Santo Espíritu una mañana, inspiró al Beato Juan XXIII y llegó el Concilio Vaticano II, clausurado hace ahora 50 años por Pablo VI, con el que la Iglesia se abrió al mundo, volvió a los orígenes y recuperó su brillo y esplendor.

Atrás quedaron 19 concilios ecuménicos, las órdenes religiosas, tan variadas y abundantes, los innumerables santos, el Rosario, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, los dogmas, la Curia romana, las misiones y las innumerables obras de la Iglesia en favor del hombre, como escuelas, universidades, hospitales, asilos, leproserías, redenciones, hospicios y comedores. Nada valió la pena, fue una obra humana a espaldas del Espíritu Santo, que llevaba durmiendo por dieciséis siglos y medio. Ya pudieron quitarse las sotanas, los votos, los prejuicios de toda clase. No importa cuántos se secularizaran, mejor. Ni si desaparecían las órdenes, ¿para qué? Lo importante era salir al encuentro del mundo, abrir las ventanas, ponerse corbata y disfrutar de la vida.

Para los segundos, por el contrario, acérrimos tradicionalistas, todos los males empezaron en el dichoso año de 1963. Fue cuando el Espíritu Santo quiso descansar después de 20 siglos de trabajos forzados, que bien se lo merecía. Ya no sopla, salvo lo que les sopla a ellos particularmente cuando le importunan con sus vehementes quejas. El Vaticano II es la causa de todos los males habidos y por haber. Por su culpa estamos peor que mal, esto se va al desastre y es el anuncio clarísimo de un fin apocalíptico anunciado por mil videntes y apariciones.

A unos y a otros habrá que recordarles que “no duerme ni reposa el guardián de Israel”, según reza el salmo 120.4 Y la promesa divina con la que termina el Evangelio de Mateo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Mt. 28.20

La Iglesia es una y única. Es indefectible porque lo es su cabeza. No importa que haya errores, males, pecados y fracasos. El Espíritu Santo no se ha echado la siesta nunca, ni entonces ni ahora. La Iglesia ha atravesado numerosas crisis y se ha robustecido en ellas. Claro que hubo errores y pecados en siglos pasados. Y ahora también. Pero negar la acción del Espíritu Santo desde la conversión de Constantino es negar a Cristo y a su Iglesia a la vez.

Es innegable que la Iglesia actual tiene problemas muy graves. Se enfrenta a un mundo secularizado, el laicismo radical que pretende someterla y reducirla a la nada. Y a un fanatismo del Islam del que algunos han perdido memoria, pero que tiene una larga tradición de agresión al cristianismo. Encima, lo hace con una enfermedad que es el progresismo y que no sólo acepta el laicismo, sino que lo inocula también en la misma Iglesia.
Pero el Espíritu Santo sigue soplando y por eso la Iglesia Católica es la mayor fuerza moral del planeta y el Papa de Roma es el líder mundial de las conciencias. Nuevos países se abren a la Fe, el comunismo ha sido apeado del poder en los países europeos que dominaba, convirtiéndose Rusia en uno de los pocos estados que protege la religión. Se han cumplido las profecías de Fátima, dichosamente. El número de seminaristas es el mayor en la historia de la Iglesia. Se renuevan viejas órdenes e institutos y florecen otros nuevos movimientos eclesiales con gran vigor.
Tenemos problemas, pero la Iglesia es de Dios y El es Omnipotente. Vencimos y venceremos.

El Abad Speraindeo

La Misa de hoy - Parroquia de la Encarnación

Parroquia de La Encarnación del Señor, en Hermanos García Noblejas. Forma parte de la arquitectura social del Régimen católico de Franco. Fábricas, viviendas, colegios e iglesias armónicamente integrados. La foto no es de la Misa de hoy, a las 10,30 h. de la mañana, donde había algo más de 100 personas. La hemos visto con más gente, más de 400 personas en las misas de 12 y 13. Ahora, el Sagrario, que en la foto aparece en el fondo del lateral izquierdo, ha vuelto a su sitio natural, en el centro del Altar Mayor, adosado al retablo, una de las mayores pinturas de Madrid, que representa la Anunciación. Notable también el gigantesco Vía Crucis labrado. Al principio del templo, en lo que fue la Capilla bautismal, la Adoración Perpetua, con numerosos fieles en todo momento, algo chica para tantos en algunos momentos.
El sacerdote predicó bien, con ideas sencillas y ejemplos prácticos:
- En tiempo caliente, enfriado inminente. Es necesario no enfriar nuestras devociones en el tiempo veraniego, propicio a la disipación.
- A Juan Pablo II se iba a verle. A Benedicto XVI, a escucharle. Al Papa Francisco hay que ir a imitarle.
- Es necesario confesar con frecuencia. Por lo menos, una vez al mes. Y la Eucaristía semanal, pero si es posible, a diario.
Flojos los cantos. Sacerdotes próximos al Opus Dei.

La oración salvó a Ortega Lara, secuestrado por ETA

El tratado sobre la oración de Ortega Lara: cómo le mantuvo vivo antes y después del secuestro
José Antonio Ortega Lara estuvo secuestrado por ETA 532 días. Rezaba cada día hasta 9 rosarios. Nunca perdió la fe. Ahora habla sobre la importancia de la oración.





Javier Lozano / ReL

José Antonio Ortega Lara
 se convirtió con su ejemplo en una de las personas referentes y a seguir por la sociedad española. Su historia, marcada por el azote del terrorismo, no se ha dejado marcar por ETA sino que recobró su vida con normalidad. Y en todo esto tuvo que ver mucho la fe y sobre todo la oración. La propia y la ajena.
El que fuera funcionario de prisiones vivió una de las peores experiencias imaginables al estar secuestrado en un diminuto zulo durante 532 días. Sin ventilación y en condiciones infrahumanas. Pero ni aún así pudieron con él. En su rutina del día a día tenía a Dios en un lugar principal, sabiendo que era el pilar en el que debía apoyarse para no sucumbir durante el cautiverio. Poco después  de su liberación afirmaba que durante el secuestro “procuraba hacer ejercicio todos los días, leer y rezar, rezaba hasta nueve rosarios al día”.
La oración en conventos de clausura
Han pasado casi 16 años desde su liberación y es gracias a la fe inquebrantable por lo que ha podido recuperar totalmente su vida. Incluso en 2002 adoptó junto con su una niña. Pero la familia también tuvo mucho que ver. La cuñada de Ortega Lara es religiosa de clausura en Madrid, desde donde movilizó un ejercito que mantuviera en vilo mediante la oración a su cuñado. Y bien que lo consiguió. Tras la liberación esta monja afirmaba que “estoy verdaderamente admirada con mi familia, porque nunca les he oído maldecir, ni insultar a los secuestradores, ni palabras de rencor. La fe, el amor y la unión de todos se la debemos a mis padres”.
Sin embargo, es ahora cuando queriendo o sin querer José Antonio Ortega Lara ha escrito una especie de tratado sobre la oración. Una explicación sobre su relación con Dios, también en los momentos más duros donde le costaba verle y sentirle. Basa  todo en su experiencia personal tanto durante como después del secuestro y en él confirma que sea cual sea la circunstancia Dios siempre acontece y si no le vemos es porque somos nosotros los que nos hemos alejado de él.
La encíclica de Benedicto XVI
Su experiencia sobre la oración parte de un pasaje de la encíclica de Benedicto XVI Spe Salvi y que se recoge en un libro sobre el Papa eméritoDice así: “Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar- Él puede ayudarme. Si me veo relegado a la extrema soledad (…) el que reza nunca está totalmente solo”.
Ortega Lara ha experimentado en sí mismo esta parte de la encíclica y tiene una experiencia total de que a pesar de su duro cautiverio en un zulo sin luz “nunca estuvo totalmente solo”.
Ortega Lara, liberadpDe este modo, cuenta que “a pesar de haber nacido en una familia de creyentes y de haber recibido una educación religiosa también yo me convertí en un cristiano formal y no de fondo”. “¡Qué fácil me resultaba ser cristiano en un ambiente favorable, donde no había otra exigencia que la que tú mismo quisieras imponerte! Pero la vida no siempre es benevolente y cómoda, a veces te conduce por caminos tormentosos y llenos de dificultades que nunca habías pensado transitar”.
El secuestro que cambió su vida
¿Y qué le ocurrió a él? “Esto es lo que me sucedió a mí, en la experiencia de mi secuestro, y lo que definitivamente cambió mi existencia y mi percepción de la vida en este mundo”, cuenta Ortega Lara. Fue precisamente esta oración la que le mantuvo con vida pues se hizo tan importante como el comer cada día.
En este sentido, el que fuera funcionario de prisiones y concejal agrega que “cuando rezo, me siento conectado; creo que Dios me escucha y, de paso, ahuyento la soledad y el abandono que a veces experimenta mi alma”.
La oración, como arma
Es precisamente en esos momentos cuando “aflora con fuerza la presencia de Dios,que yacía latente pero olvidada en el fondo de nuestro corazón, bien porque la considerábamos innecesaria,  bien porque el ritmo de vida nos impedía centrarnos en lo verdaderamente importante”.
Entonces, ¿para qué sirve la oración? Ortega Lara lo dice claramente y no le importa nadar contracorriente: “puede que rezar no esté de moda, pero a mí me ha servido y me sirve como remedio para serenar mi alma en situaciones de tribulación, y me aporta seguridad cuando debo tomar decisiones importantes”.
En su disertación sobre la oración, continúa diciendo que “ayuda en los momentos dulces de la vida, pero cuando adquiere realmente un valor especial es en situaciones difíciles o de desesperación personal. Comienzas rezando en búsqueda del remedio a tus desgracias para después continuar haciéndolo por otras personas que consideras lo necesitan más que tú”.
Ofrecer los sufrimientos
El sentido de la oración comprende que es salvífico y universal, no pertenece a uno mismo. “Acabas por entender que tus oraciones, e incluso tus sufrimientos, pueden serle de gran utilidad a otras personas, a quienes deseas que nunca tengan que padecer lo que tú has sufrido”, confiesa.
Aún así, Ortega Lara no tiene problemas en reconocer que su relación con Dios no tiene por qué ser tranquila pues también le grita para encontrar una respuesta. “La oración en este contexto se transforma en una comunicación no siempre serena, o al menos eso me sucedió a mí. A veces surge como la cascada de un torrente llena de reproches hacia Dios porqueconsideras que no te escucha o que, si lo hace, no se apiada de tus súplicas. ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué?’. Te das cuenta después de tu error, te disculpas y procuras de nuevo establecer la serenidad en tu alma, tan atormentada por las tribulaciones y las dudas”.
Esta es precisamente la fuerte experiencia que vivió durante su secuestro. Pese  a todo, cada día era distinto al anterior y por ello también evolucionaba su trato con Dios a  través de la oración. “Se convierte en un camino de ida y vuelta, con altibajos, con sentimientos contradictorios, pero que siempre acaban llevándote a la misma conclusión: a pesar de las dificultades, no quieres romper esa comunicación directa que te hace sentir vivo y deseas conservar esa amistad que te une a Dios en una relación recíprocamente sincera, aunque en sus comienzos fueses precisamente tú quien buscaba un interés personal en ella”.
La evolución de la oración
Esta experiencia va transformando poco a poco y finalmente Ortega Lara confiesa que “la oración va evolucionando; se vuelve más dinámica y fluida, desinteresada, se va despojando de trabas y reproches, y te hace sentir libre para decirle a la otra parte lo que sientes o piensas con absoluta sinceridad y sin contrapartidas”.
¿Dónde te lleva todo esto? “La oración no es ya una prueba de sumisión a Dios, sino que es una expresión de libertad que surge de lo más profundo de tu alma”. Además, añade que “rezas de corazón, y el alma se va liberando poco a poco de la desesperación que la aterroriza y que te hace sentir despreciado, abandonado y desahuciado. Incluso cuando ya has perdido la esperanza de retomar el tren de tu vida anterior, sientes que Dios está a tu lado como un amigo que comparte contigo tu desdicha, observa en silencio, reza contigo y no hurga en tu herida”.
“Mi fe en Dios permaneció viva entonces, durante mi secuestro, y lo sigue estando ahora; no se resquebrajó a pesar de la dura experiencia vivida, sino que pienso que salió fortalecida, Confiaba y confío en Dios”, afirma para concluir que “sé que nunca me abandonará y eso me reconforta y me ayuda a seguir viviendo”.

lunes, 17 de junio de 2013

Se celebró la Misa por España en San Ildefonso, con el rito antiguo

 Se ha celebrado la Santa Misa por España y su unidad, con el rito tridentino, en la Parroquia madrileña de San Ildefonso. A la misma invitó Adveniat Hispania.
 El Altar Mayor, dignísimo y sobrio, quedó preparado para celebrar por el modo extraordinario del Rito Romano.
 Para la Epístola y el Evangelio, el celebrante se vuelve a los fieles a fin de que puedan escuchar la Palabra de Dios en lengua vernácula.
 El Padre Juan Manuel Rodríguez de la Rosa predicó sobre la necesidad del silencio en la Misa, para poder adentrarse en todo su misterio y vivir el drama de la Cruz, por el que hemos sido redimidos de nuestros pecados. Recogidos y con devoción, las infinitas gracias de la Santa Misa aprovechan mucho más.
El silencio, roto por el repiqueteo de la campanilla, se vuelve más excelso y solemne en el momento de la Consagración.
Esta misa, que venía celebrándose los domingos a las 8 de la tarde, deja de hacerlo por el tiempo de verano, ya que la parroquia cambia sus horarios. Se anunciará oportunamente donde y cuando se vuelva a hacer.