miércoles, 26 de junio de 2019

Procesión del Corpus Christi en Madrid

 La Procesión del Corpus Christi se ha celebrado en Madrid con la solemnidad acostumbrada, el domingo 23 de junio, al cual se ha trasladado la celebración litúrgica que tradicionalmente se celebraba en Jueves. La Carroza con la Custodia y el Santísimo Sacramento partió de la puerta lateral de la Catedral de la Almudena, por la calle Bailén, rodeada de clero con capas pluviales y el Señor Cardenal, Don Carlos Osoro, inmediatamente detrás.


 Por la mañana se celebró la Santa Misa, donde hubo una representación del Ayuntamiento en la que destacaba el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, que también estuvo en la Procesión, tras el Santísimo, después del Cardenal y sus Obispos Auxiliares.
 Los monaguillos también se hicieron presentes.
 Desde la explanada de la fachada principal partieron varios de los grupos que desfilaron, como las Damas y la Banda de Música
 También hubo una banda militar del Ejército. Se cumple así la exigencia moral, espiritual y religiosa de dar culto a Dios públicamente, con las instituciones a la cabeza.
 Hubo muchos seminaristas y diáconos.
 Y los niños que han hecho su 1ª Comunión este año.
 Así como un importante número de sacerdotes diocesanos.

 Destacaba la rama femenina de los Heraldos del Evangelio, con sus túnicas blancas y la Cruz de Santiago en rojo.
 Tras salir por la calle Bailén, entre aplausos, vítores y gestos de adoración, tomó por la calle Mayor.
 Pasó ante Capitanía General, engalanada con tapices en las balconadas.
 A lo largo del recorrido se habían compuesto tapices florales sobre los que pasó la Custodia con el Santísimo.
 Numerosos balcones de la calle Mayor lucían banderas españolas y otros adornos.

 Pero tampoco faltó la nota de mal gusto al pasar por el edificio de los grupos municipales, en cuya última planta se hacía ostentación de las banderas homosexualistas y de su icono fallecido, Zerolo.
Un altarcillo montado en el paso daba una nota de piedad y colorido.
 La procesión dobló por Milaneses y Santiago, acortando mucho el recorrido que antes se hacía hasta la Plaza Mayor o la Puerta del Sol. Poco a poco, los vecinos van sabiendo y poniendo también colgaduras en estas calles y al menos al principio las terrazas estaban levantadas, porque resultaba muy feo que pasara el Santísimo y la gente estuviera a dos metros charlando, bebiendo, comiendo e indiferentes al paso de Nuestro Señor. En la Iglesia de Santiago se había erigido otro altar bien grande.

 La Plaza de Ramales estaba bien adornada en sus edificios, con banderas españolas que realzaban su ya distinguida elegancia.

 Y mucho público por doquier, miles de personas.

 Por fin, la procesión entró en la majestuosa Plaza de Oriente y pasó justo por el lugar donde se hace la concentración patriótica del 20-N, ante el Teatro de la Ópera.
También pasó por el Convento de la Encarnación, engalanado muy apropiadamente por las monjitas, que tiraron pétalos de flores desde las ventanas al paso del Santísimo.
 La comitiva pasó por delante de toda la fachada principal del Palacio Real o Palacio de Oriente.
 Y terminó en la Plaza ante la Catedral, donde el Cardenal pronunció unas palabras y dio la Bendición final con el Santísimo.
 Entre las asociaciones presentes también estaban los adoradores de las 40 Horas.

Y la Milicia de la Inmaculada.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bonito reportaje, parece ser que los enemigos de la Iglesia estaban en otros menesteres y no interfirieron en la procesión.