Profetas y Antiprofetas

Por José Luis Corral
Lectura del libro de la Sabiduría II, 12-14
Se dijeron los impíos, razonando equivocadamente: «Acechemos al justo, que nos
resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados,
nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se da el
nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima.

Los Profetas, los que anuncian la Palabra de Dios, denuncian tanto a los poderosos y gobernantes como al mismo pueblo, advirtiéndoles de sus deberes. Saben que lo principal es agradar a Dios, el Sumo Bien, cuya Voluntad es lo mejor para todos los hombres, también para quienes pretender sustraerse a sus santas leyes. Suelen ser serios y reciben muchas críticas.


Por el contrario, es fácil reconocer a los Antiprofetas. Se ponen de parte de los poderosos, les acompañan y sonríen, se fotografían con ellos mostrando una gran satisfacción, parecen aprobar su comportamiento. Lo mismo hacen con el pueblo, al que alaban por muy distante que se sitúe con respecto a la Voluntad de Dios. Sonríen mucho. A veces ríen a mandíbula batiente. De los tales no os fiéis. No es que sean malas personas, que a veces también lo son. Más bien son débiles, temerosos, astutos, con un poderoso instinto para adivinir por dónde soplan los vientos y reman a favor de la corriente, aunque al final aguarde la catarata.
Y es tan bonito recibir el aplauso, el elogio, la invitación, la sonrisa obsecuente, la subvención, el regalo. Cuidaos de ellos, que además son resentidos y vengativos, se sienten poderosos.
“Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas. Mas el asalariado y que no es el pastor, del que no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata y esparce las ovejas. Y el asalariado huye, porque es asalariado y porque no tiene parte en las ovejas”. 
Jn X, 11-13 

Significativamente, Monseñor Munilla tiene por Catedral la del Buen Pastor, de San Sebastián.

Y Monseñor Reig Pla es Obispo de Alcalá de Henares, cuya Catedral es de los Santos Justo y Pastor.