Católicos celebran a su Rey
Janeth
Padilla (i) en la novena junto a Cristo Rey, en su casa ubicada en la
cdla. Los Rosales, con sus vecinas Fanny Sánchez, Rocío Barzallo y
Adriana Chávez.
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Misas y procesiones en honor a Cristo Rey
Al día siguiente, expresa Rosa Mora, sus hijos vieron emocionados la pequeña imagen adornada con cinco flores artificiales y unos 2 metros de cables con focos navideños en la fachada de la vivienda ubicada en la cooperativa Juan Montalvo, en el norte de Guayaquil.
Desde que se casó, hace diez años, Rosa Mora celebra la fiesta a Cristo Rey, que en la Iglesia católica cierra el año litúrgico y recuerda a Jesús como Rey del Universo. Además da inicio al adviento, que es la preparación para la Navidad, el nacimiento de Cristo.
Freddy Valencia, sacerdote de la parroquia Cristo Rey, en la cdla. Samanes VII, en el norte, detalla que en la celebración al patrono de esta jurisdicción en la ciudad y resto del Ecuador se hacen novenas en casas y templos, se lleva la imagen a hogares para así motivar a orar y hoy se realizan procesiones.
Menciona que Ecuador está consagrado a esta imagen y a la del Sagrado Corazón de Jesús. Católicos en Ecuador celebran Cristo Rey desde 1926 y este país fue uno de los primeros en entronizar a Cristo tras una encíclica (carta que el papa dirige a obispos y fieles) en 1925.
“La imagen de Cristo Rey se manifiesta como la del Corazón de Jesús en una mano, el mundo en la otra y el bastón de poder, con una corona en alusión un poco a la frase de Poncio Pilatos que le dice ‘Tú eres rey y yo soy rey’, pero no es un reinado en el sentido materialista. El reino de Dios es de paz, justicia y verdad”, expresa.
Janeth Padilla, moradora de la cdla. Los Rosales, en el norte de Guayaquil, se suma a esta festividad. La noche del pasado miércoles ella preparaba corviches de atún para brindar a los vecinos que la acompañarían a la novena por Cristo Rey en la sala de la casa. Recuerda que cuando era soltera y vivía con sus padres, estos, al aproximarse la celebración a Cristo Rey viajaban a Tungurahua a contratar a una banda de músicos para que amenizara de casa en casa los días de novena. También contrataban juegos pirotécnicos y efectuaban procesiones con la imagen. Lamenta que se haya reducido la tradición religiosa de instalar imágenes de Cristo Rey en las casas.
Otra devota de Cristo Rey, Ana Asteiza Almache, una quiteña de 74 años, destaca sus convicciones católicas y lamenta y llora cuando dice que vecinos de su sector, en el km 8,5 de la vía a Daule, se oponen a que ella ubique esta imagen de Jesús en la ventana de su casa, en la planta alta. Asegura que desde la calle han lanzado piedras que han destruido foquitos navideños con los que ilumina el altar y uno de los dos floreros que lo adornan.
En otra casa, la de Mariana Jara, en Camilo Destruge y Gallegos Lara, la imagen de Cristo Rey fue puesta ayer. Esta mujer, de 56 años, recuerda que desde niña ella ayudaba a su papá a ubicar el altar para Cristo Rey con palitos y cortinas. “Le colocábamos luces y quedaba precioso. Antes, el padre Néstor Astudillo (fallecido) oficiaba las misas en nuestra casa”, recuerda. Al comparar el altar que colocó ayer con el que creaban sus padres, Jara dice que el de ella es más sencillo y pequeño. “Mi madre, Olga de Jara, compraba las flores afuera del cementerio, tenía grandes floreros, tenían banderas de Ecuador, porque Ecuador fue entronizado a Cristo Rey”, manifiesta.
Su familia exhibe la imagen un día antes del que se dedica a Cristo Rey, hoy, porque la tradición de crear el altar siempre ha sido en víspera a la celebración, dice. En la misa del domingo pasado en la iglesia Espíritu Santo el sacerdote refirió que a Cristo Rey sí se lo puede ubicar afuera o dentro de la casa días antes de la celebración.
Rossy Freire Valencia, de 52 años, recuerda que desde su niñez en su barrio de Urdaneta y Boyacá, familias católicas durante noviembre exhibían en las ventanas de sus casas la imagen de Cristo Rey adornada con juegos de luces y flores. “Era una especie de competencia de quién presentaba el mejor cuadro, el que tenía más adornos, era una gran fiesta”, expresa.
Su familia realizaba una novena y en la actualidad, su hijo, Luis Velarde Freire, de 21 años, la ayuda en la celebración de la novena por Cristo Rey y en la colocación del altar.
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