La espectacular arquitectura gótica del templo, revestida de un barroco espléndido, con la celebración litúrgica y el canto acompañado del órgano, crean un momento singular e inolvidable en el espacio y en el tiempo. La entrada de los sacerdotes queda muy realzada.
La rejería de entrada al coro es espectacular.
El zoom de la cámara nos permite acercarnos al momento central de la Misa: la Consagración.
La Comunión eucarística fue muy participada y al final uno de los sacerdotes se fue hasta el coro para ofrecerla a los cantores y músicos.
Salen los sacerdotes del mismo modo que entraron.
Antes de ser desalojados los fieles para que hagan su entrada los turistas de pago, es posible admirar brevemente este maravilloso recinto.
1 comentario:
es preciosa. Viva Zaragoza y viva la Virgen del Pilar
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