Otro año más, la Festividad del Sagrado Corazón de Jesús ha tenido su centro en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de España, sitio tan especial y simbólico, donde España fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, Rey y Señor de cielos y tierra, pueblos y naciones.
Durante todo el día se han sucedido las celebraciones eucarísticas en la Basílica, todas ellas con bastante público. La foto es de la misa de las 8 de la tarde, que se iría llenando, pues la instantánea es del comienzo.
Celebrante joven y ardoroso, predicando del Amor de Dios en el Corazón de Cristo, que nos ama de forma única y predilecta a cada uno de nosotros, como los nietos que descubrieron cuando murió su abuelo que a todos y cada uno les había dicho que era el predilecto. Porque en el amor también hay predilección, eso es natural, se puede amar de muchas maneras, pero ese amor es más intenso entre los esposos, con los padres y los hijos, con los más allegados.
La comunión pudo hacerse de rodillas y en la boca, siendo la fila destinada a ello la más nutrida de gente.
Sonó el órgano y un buen coro solemnizó la misa. El director, con sotana.
Los laterales se fueron llenando y las pantallas suplieron los ángulos ciegos de visión, pues las columnas y pìlastras son enormes para poder soportar todo el peso del monumento.
También en el convento de las carmelitas descalzas se sucedieron las visitas, reuniones y meditaciones.
No podía faltar un recuerdo para el monumento erigido en 1919, cuando la Consagración de España por Alfonso XIII, fusilado por los rojos en 1936.
Ni el recuerdo al Caudillo de España, que lo reedificó con mayor magnificencia, renovando en 1965 la Consagración de España.
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