En el Monasterio de Santa María la Real de Osera, en Orense, hay una comunidad cisterciense, que repobló en los años 30 del siglo XX este conjunto monumental que estaba en ruinas, salvo la iglesia, por causa de la Desamortización de 1834. El Escorial de Galicia, como es conocido, tiene 3 grandes claustros interiores. La fachada de la iglesia, de corte clásico, tiene adornos barrocos.
Nada más entrar destaca el arco plano sobre el que se sustenta el coro, con un entrelazado gótico de gran calidad y muy difícil de conseguir.
La iglesia es espaciosa, gótica de 3 naves, prolongándose las dos laterales por detrás del altar mayor, formando la girola.
La imagen de Nuestra Señora es de una belleza serena, sedente y reposada.
El altar mayor está flanqueado por sendos altares laterales de estilo barroco. A la derecha está la sacristía, que cuenta con columnas retorcidas de gran originalidad.
Celebra la comunidad un domingo a las 11,30. 4 sacerdotes concelebrantes y otros 4 frailes asistentes. Algunos son relativamente jóvenes.
Si no tan esmerada como la liturgia benedictina, también tiene sus particularidades, como la bendición con agua bendita rociando a cada fiel individualmente que se presenta ante el altar al comenzar la ceremonia.
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