martes, 4 de septiembre de 2012

El Año de la Fe terminará en la Festividad de Cristo Rey

El Año de la Fe, Decretado por Su Santidad Benedicto XVI, dará comienzo el 11 de Octubre de este año 2012, vísperas de la Virgen del Pilar y del Día de la Hispanidad, terminando en la Festividad de Cristo Rey del año 2013. Inmejorables auspicios para un año en el que la luz de la Fe debe iluminar al mundo y a cuantos buscan el Reino de Cristo.

Ciudad del Vaticano, 9 Ene. 12 (AICA) La Congregación para la Doctrina de la publicó una "Nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe" querido y decretado por el Papa Benedicto XVI, en la que se resalta la centralidad del Catecismo de la Iglesia Católica y los documentos del Concilio Vaticano II para esta importante celebración.

"Será una ocasión propicia para que todos los fieles comprendan con mayor profundidad que el fundamento de la fe cristiana es ‘el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva’", se explica.

El Año de la Fe se iniciará el 11 de octubre de 2012 y concluirá el 24 de noviembre de 2013 en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo.

El comienzo del Año de la fe, indica el texto, coincide con el recuerdo "de dos grandes eventos que han marcado el rostro de la Iglesia de nuestros días: los cincuenta años pasados desde la apertura del Concilio Vaticano II por voluntad del Beato Juan XXIII (1 de octubre de 1962) y los veinte años desde la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica, legado a la Iglesia por el Beato Juan Pablo II (11 de octubre de 1992)".

La nota resalta también que desde el inicio de su pontificado, el Papa Benedicto XVI "se ha comprometido firmemente en procurar una correcta comprensión del Concilio, rechazando como errónea la llamada ‘hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura’, y promoviendo la que él mismo ha llamado ‘‘hermenéutica de la reforma’, de la renovación dentro de la continuidad del único sujeto-Iglesia, que el Señor nos ha dado; es un sujeto que crece en el tiempo y se desarrolla, pero permaneciendo siempre el mismo, único sujeto del pueblo de Dios en camino’".

En este contexto, prosigue la nota, el Catecismo de la Iglesia Católica aparece como "auténtico fruto del Concilio Vaticano II" y por otro "intenta favorecer su acogida" considerando que es "un compendio de toda la doctrina católica y un texto de referencia segura para los catecismos locales" ofrecido a los fieles de todo el mundo.

Las indicaciones pastorales presentadas por la nota están divididas en 4 ámbitos: Iglesia Universal, Conferencias Episcopales, Ámbito diocesano; y el ámbito de las parroquias y movimientos eclesiales.



En el ámbito de Iglesia universal

La principal actividad al inicio del Año de la Fe será la 13° Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada por el Papa Benedicto XVI para el mes de octubre de 2012 y dedicada al tema de La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.

Se alienta además las peregrinaciones de los fieles a Roma, la Sede de Pedro, y a Tierra Santa para profesar la fe en Dios; así como las iniciativas que permitan acrecentar la devoción a la Virgen María, en especial peregrinaciones a los principales santuarios del mundo.

Otro evento central en este ámbito es la celebración de la próxima Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, en julio de 2013, que "ofrecerá a los jóvenes una ocasión privilegiada para experimentar el gozo que proviene de la fe en el Señor Jesús y de la comunión con el Santo Padre, en la gran familia de la Iglesia".

También se deberá promover la realización de simposios y congresos internacionales para promover la fe católica y el redescubrimiento de las enseñanzas del Concilio Vaticano II. La promoción del conocimiento y estudio del Catecismo de la Iglesia Católica será asimismo esencial para todos los fieles.

En este ámbito se espera una mayor difusión de las enseñanzas del Papa, diversas iniciativas ecuménicas para promover la unidad de los cristianos, y la organización de una serie de actividades lideradas por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización a través de una Secretaría para el Año de la Fe.

"Al final de este año, en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, tendrá lugar una Eucaristía celebrada por el Santo Padre, en el que se renovará solemnemente la profesión de fe", indica la nota.



En las Conferencias Episcopales

Las Conferencias Episcopales podrán dedicar jornadas de estudio al tema de la fe, así como reeditar los documentos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia, en ediciones económicas y de bolsillo para difundirlos, además, con las nuevas tecnologías.

Se alienta además la promoción del conocimiento de los santos, así como de iniciativas artísticas para promover la fe. La nota exhorta a preparar subsidios de carácter apologético para que los fieles puedan "responder mejor a las preguntas que surgen en los distintos contextos culturales", especialmente ante las sectas, el secularismo y el relativismo.

"Se auspicia una celebración de apertura del Año de la fe y de su solemne conclusión en el ámbito de cada Iglesia particular, para ‘confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo’".

Cada obispo, explica el texto, "podrá dedicar una Carta pastoral al tema de la fe, recordando la importancia del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de la porción de fieles a él confiada".

Se espera, además, que en "cada Diócesis, bajo la responsabilidad del obispo, se organicen eventos catequísticos para jóvenes y para quienes buscan encontrar el sentido de la vida, con el fin de descubrir la belleza de la fe de la Iglesia, aprovechando la oportunidad de reunirse con sus testigos más reconocidos".

Los obispos podrán también "organizar celebraciones penitenciales, particularmente durante la cuaresma, en las cuales se ponga un énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe. Este año será también un tiempo favorable para acercarse con mayor fe y frecuencia al sacramento de la Penitencia".

El Año de la Fe, indica la nota, "será una ocasión para dar mayor atención a las escuelas católicas, lugares privilegiados para ofrecer a los alumnos un testimonio vivo del Señor, y cultivar la fe con una oportuna referencia al uso de buenos instrumentos catequísticos, como por ejemplo el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica o el Youcat".

“Los sacerdotes podrán dedicar mayor atención al estudio de los documentos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica, recogiendo sus frutos para la pastoral parroquial –catequesis, predicación, preparación a los sacramentos, etc.– y proponiendo ciclos de homilías sobre la fe o algunos de sus aspectos específicos".

Las parroquias podrán difundir el Catecismo de la Iglesia Católica, así como subsidios que promueven la fe de las familias en sus casas. Las misiones populares serán asimismo una tarea a realizas para "ayudar a los fieles a redescubrir el don de la fe bautismal y la responsabilidad de su testimonio, conscientes de que la vocación cristiana «por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado»".

"En este tiempo, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica son llamados a comprometerse en la nueva evangelización mediante el aporte de sus propios carismas, con una renovada adhesión al Señor Jesús, fieles al Santo Padre y a la sana doctrina".

"Las asociaciones y los movimientos eclesiales están invitados a hacerse promotores de iniciativas específicas que, mediante la contribución del propio carisma y en colaboración con los pastores locales, se incorporen al gran evento del Año de la fe. Las nuevas Comunidades y Movimientos eclesiales, en modo creativo y generoso, encontrarán los medios más eficaces para ofrecer su testimonio de fe al servicio de la Iglesia".

"La indicaciones aquí ofrecidas tienen el objetivo de invitar a todos los miembros de la Iglesia a comprometerse para que este año sea una ocasión privilegiada para compartir lo más valioso que tiene el cristiano: Jesucristo, Redentor del hombre, Rey del Universo, ‘iniciador y consumador de nuestra fe’" concluye la nota.

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