La madrileña Parroquia de San Romualdo, en Ascao, ha vivido con recrecida devoción los Oficios de Semana Santa, que no se pudieron celebrar públicamente el año pasado. Los fieles llenaron el templo con las distancias obligadas por la alarma sanitaria, aunque algunos debieron seguirlos desde el atrio. El Jueves Santo, Día de la Cena del Señor, comenzó con la procesión solemne de entrada.